Recientemente tuvimos la oportunidad de visitar
Ávila, y recorriendo su muralla descubrimos el Centro Municipal de Exposiciones
y Congresos realizado por Francisco Mangado.
Se trata de un
edificio compuesto por un volumen principal con forma ortogonal y un volumen
menor, que arranca desde la plaza de acceso, con forma más abrupta y
topográfica, compuesta por planos triangulares y trapezoidales.
Esta forma tan
orgánica de composición es muy acorde con el entorno en le que se ubica, siguiendo
una evolución desde la pieza adaptada al suelo hasta la pieza perfectamente
cincelada y ortogonal.
Este uso de
volúmenes triangulares ya se lo habíamos visto emplear en Madrid, en la Plaza
de Dalí. Se trata de un gran espacio en medio de la ciudad, sobre un
aparcamiento subterráneo que dificulta la posibilidad de arbolado.
Frente a esto,
Francisco Mangado propone crear una topografía artificial y sutil a lo largo de
toda la plaza, para poder incluir elementos de vegetación, arbolado y
mobiliario urbano, dotando de movimiento a una plaza puramente rectangular.
En el Auditorio
Municipal de Teulada podemos apreciar cómo cambia la intención de estos
volúmenes. Ya no responden a una topografía, sino que nacen a partir de un
edificio con forma ortogonal, creciendo hacia el interior del mismo, vaciándolo,
dando forma de esta manera a los distintos espacios y huecos.
Estas tres obras son un buen ejemplo de
interpretación y evolución de un mismo concepto aplicado a edificios y espacios
urbanos de tipología muy diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario